La WIFI se ha convertido en uno de los mayores quebraderos
de cabeza de la hotelería, así de sencillo. Analicemos el problema con detalle.
En el año 2009, leyendo el informe de Henry H. Harteveldt, entonces
Vicepresidente de Forrester para turismo, “Europe’s Online Travelers Challenge
EuropeanOnline TravelSuccess” me llamó poderosamente la atención una
de sus afirmaciones que desde entonces ha marcado mi visión de la tecnología
aplicada al turismo: los viajeros
europeos (objeto del estudio) creen que la tecnología aplicada al turismo está
más orientada a la explotación del negocio que a satisfacer las necesidades del
turista. Y francamente, esta sensación era la que tenía el que firma estas
líneas cuando por un par de días de conexión a internet pagaba el precio de
todo un mes de mi ADSL.
Hace tan sólo unos pocos años, la conexión a internet se
realizaba mayoritariamente con un cable que amablemente te cedían en recepción,
al contratar el acceso a internet. Ese era el escenario habitual. Sin embargo,
la proliferación de los teléfonos inteligentes, tabletas y, en general, de los
dispositivos con acceso a internet inalámbrico provocan la necesidad de ofrecer
acceso a internet móvil.
Inicialmente, el turista que requería dichos servicios era
el profesional y, generalmente, no ponía problemas en pagar por el servicio.
Pero en unos pocos años el panorama ha cambiado radicalmente. Las cafeterías
comienzan a ofrecer acceso a internet gratuito para diferenciarse entre ellas,
los centros comerciales también lo hacen, incluso los kioscos de prensa o los
autobuses permiten el acceso a internet gratuito.
El hotel no puede ser menos y se une a la moda ofreciendo
acceso a internet gratuito. Pero las cosas no son tan sencillas como
inicialmente cabía esperar. La primera herencia se convierte en pesadilla, el
usuario y la password que se facilitaba a los clientes de pago, se convierte en
la lapidaria pregunta: “¿cuántos
dispositivos va usted a conectar? la wifi es gratis, pero le tengo que dar una
password para cada dispositivo”. Y cuantas más estrellas tiene el
alojamiento, más afectada se ve su imagen.
El histórico del uso que tenía el acceso a internet; mayoritariamente
profesional, también plantea un problema, el dimensionamiento desplegado para
conectar un dispositivo por habitación se reajusta para los puntos de acceso
móviles. Pero prever que cada familia con dos niños va a conectar entre seis y
ocho dispositivos a la red inalámbrica del hotel provoca serios problemas de
densidad (número de dispositivos simultáneos que cada punto de acceso puede
gestionar).
Paralelamente a la proliferación de dispositivos conectados
se incrementan las velocidades de acceso y los caudales de acceso a la red, por
lo que los usuarios están acostumbrados a una navegación rápida y fluida. Ardua
tarea en temporada alta con los clientes permanentemente conectados.
Pero la realidad está ahí. Si retomamos como fuente fiable
los estudios de Forrester, resulta sorprendente el de Mayo de 2013, titulado “WinningCustomers’ HeartsStartsWith A Great
GuestWi-Fi Service (Ganar el corazón de los clientes empieza con un gran
servicio WIFI para los huéspedes)”. Ya el título lo dice todo, ¿no cree? Su
lectura resulta más contundente. Según el estudio, el 90% de los clientes de un
hotel desea tener WIFI en su habitación, y el 34% no se alojaría en un hotel
sin ella. Pero lo peor del resultado de dicho estudio es el motivo de queja, qué
las provoca: la imposibilidad de conectar múltiples dispositivos, el tiempo que
necesitan para autentificarse y la calidad del servicio. Las tres herencias que
ya hemos expuesto.
Un problema de este calibre requiere soluciones de igual
envergadura; algunas compañías han creado un departamento específico para dar
respuesta a este problema. Los departamentos de marketing y comercial así como
los directores de los hoteles ven como la satisfacción de sus clientes se ve
afectada cuando el servicio de la WIFI es malo y la mayoría de las quejas que
reciben los establecimientos hoteleros hoy están relacionadas de un modo u otro
con la WIFI.
Pensar en que la tecnología que ofrecemos a nuestros
clientes es para su satisfacción y disfrute será mucho más provechoso (en
términos de satisfacción del servicio) que plantearla como una posible fuente
de ingresos. Los costes se incrementan, pero no así la calidad percibida. Los
departamentos de TI deben trabajar conjuntamente con los de atención al cliente
y establecer un modelo que permita conocer si la satisfacción de los clientes
está ligada a las inversiones realizadas. Una reflexión conjunta les permitirá
conocer esa percepción de los turistas sobre la tecnología y dar solución a sus
clientes.
¿Cuáles son los modos más comunes de autentificación de los
usuarios ahora? ¿Quizá el usuario de Facebook o linkedin? ¿Ha pensado en la
información que puede obtener si garantiza el acceso a la red WIFI mediante
autentificación social? La conexión a la red puede ofrecer datos valiosísimos
para el negocio y que, en consecuencia, repercutan en la calidad del servicio
que su alojamiento puede ofrecer y la posibilidad de ofrecer servicios
adicionales.
Es mejor que vaya preparándose para el futuro. Las redes de
comunicación inalámbrica se integrarán en el espacio físico sirviendo de canal
de comunicación para multitud de servicios y aplicaciones que el hotel irá
ofreciendo, desde la apertura de las puertas de una habitación a la reserva del
spa. Los más pioneros ofrecen acceso a internet en toda la ciudad durante su
estancia, no se quede atrás y comience por ofrecer un acceso de calidad a sus
clientes, no desperdicie ancho de banda inútilmente por no disponer de la
infraestructura adecuada, ni pierda clientes por no aprovecharlo. En
Informática El Corte Inglés podemos ayudarle a todo ello y a mucho más, deje
que le acompañemos.
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